Asana

En el ámbito del yoga, se denomina āsana a cada una de las distintas “posturas” que tienen como objetivo actuar sobre el cuerpo y la mente. Las āsanas han acompañado al yoga desde antes de que Patañjali las estudiara en sus Yoga sūtras.

En el Yoga sūtra, Patañjali dice de āsana:

sthira sukham āsanam
prayatna śaithilya ananta samāpattibhyām
tataḥ dvandvāḥ anabhighātaḥ

Yoga sūtra II.46-48

«Āsana debe ser firme y gozosa, el esfuerzo se vuelve no-esfuerzo y se alcanza lo eterno, entonces las dualidades cesan». Ejecutada correctamente, la postura estabiliza no solo el cuerpo sino la mente, trayendo al practicante al momento presente, libre de la preocupación por el pasado o el futuro.

Las āsanas aseguran un físico fuerte y elástico, pero su efectividad radica en la capacidad para domar la mente mediante la disciplina. A diferencia del deportista que sólo cuida su cuerpo, el yogui presta atención a la mente que acompaña a la acción durante la āsana. Es un proceso de sensibilización gradual durante el cual la consciencia debe empapar cada miembro, órgano y tejido. Según sus practicantes, sólo volcado completamente en la ejecución de una āsana la mente se tranquiliza y «las dualidades cesan».

Āsana es el tercero de los ocho miembros del Aṣṭāṅga yoga y se considera fundamental para progresar en prāṇāyāma (ejercicios de respiración). A diferencia de otras técnicas espirituales, puede producir beneficios inmediatos sobre la salud del iniciado.